jueves, 2 de diciembre de 2010

Nueva colaboración para Noticiascelta.com

Salida de la cueva

Artículo por Marcos García. Síguelo en Twitter @MarcMarchionni

Un entrenador debe hacer sentir partícipes a todos los jugadores del vestuario, consiguiendo que acepte cada uno su rol y su papel dentro del equipo. Pero, lo más importante, lo primordial, es elaborar un once tipo, utilizarlo desde el principio para que la plantilla se acople y dotar al conjunto de un estilo definido. Herrera lo ha logrado. Pero, una vez hecho eso, cabe la posibilidad de variarlo. Cuando el equipo está acoplado, es sencillo intercambiar piezas y que cualquiera que entre pueda encajar perfectamente y aportar su granito de arena. Y, además, esta parte del planteamiento es muy importante para motivar a los suplentes y mantener el nivel entre los titulares.

El caso es que, después de las cinco jornadas sin ganar, la victoria contra el Albacete y el empate ante la Ponferradina, han demostrado al celtismo que no todo iba a ser tan fácil. Hay plantilla para estar arriba, para pelear por los seis primeros puestos, pero, si se quiere seguir en esta línea, hay que retocar algunas cosas para poder aspirar realmente a estar ahí al final de temporada, además de traer en el mercado invernal algún lateral y, a ser posible, un delantero centro suplente para David.

Una de esas cosas es la transición defensa-ataque. Últimamente hemos podido comprobar como al Celta le cuesta sacar los balones jugados con fluidez. El jugar con dos mediocentros de corte defensivo hace que la salida desde atrás del equipo sea más costosa, más lenta, en comparación con las primeras jornadas. Puede que sea porque López Garai no pasa por su mejor momento de forma y porque Bustos es un hombre sólo de cortar balones, de realizar el trabajo sucio. Pero, con este panorama, vemos como, para sacar la pelota, tanto Garai como Bustos abusan del pase atrás para que sean los centrales quienes saquen el balón jugado, lo que provoca numerosas pérdidas y riesgos innecesarios. Otra variante es ver a Trashorras ofreciéndose muy atrás y obligándole a conducir el balón muchos metros, cuando sólo debería de preocuparse de dar el último pase, de encontrarse cerca de los delanteros.

Por tanto, Paco Herrera podría probar algo nuevo. Podría sentar a López Garai como toque de atención y retrasar a Álex López, que tiene más salida y más pegada, dando entrada a Iago Aspas, Joan Tomás o Dani Abalo por la derecha, jugadores que cuentan para el entrenador y que en los minutos que han disputado lo han hecho casi siempre bien. Desde mi punto de vista, debido a la lesión de Hugo Mallo, sería conveniente decantarse por Dani Abalo para otorgar esa profundidad en banda que sin Mallo perderíamos, ya que poniendo a otro jugador, el juego se canalizaría demasiado por el centro. También habría otras posibilidades, como jugar con dos delanteros o adelantar a Vila y dar entrada a Túñez en el centro de la zaga, pero ambas me parecen más arriesgadas; una por sacrificar contundencia en el medio campo, y otra porque la pareja de centrales debe ser siempre lo más inamovible de un equipo.

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